Desalinizar el agua para riego agrícola a bajo costo y de la mano de energía solar: esa es la idea inédita en Chile que surge a partir de la experticia de un académico que pretende instalar una unidad en una zona con graves problemas de agua como es Petorca. El proyecto busca mostrar las bondades de la ósmosis inversa para resolver problemas de agua.
A nivel mundial, la desalinización de agua de mar utilizada para consumo humano, fines comerciales, apoyo a los ciclos que utilizan vapor para las plantas termoeléctricas y también para agricultura ha alcanzado altos niveles. Se estima que, en la actualidad, ya son más de 100 millones de toneladas las que se están desalinizando diariamente a partir de agua de mar. De eso, más de la mitad se destina a consumo humano.
Para hacerse una idea, solo en octubre de 2018, la economía de Sudáfrica fue declarada en recesión debido a un descenso en las actividades agrícolas, de transporte, comercio e industrias debido a la escasez de lluvias. Chile no es ajeno a dichos impactos. Actualmente, el déficit hídrico supera el 35% en el territorio nacional, donde las cuencas de la región de Coquimbo presentan el mayor déficit de agua, la brecha supera el 500%.
Si bien nuestro país ha experimentado un enorme crecimiento en el uso de la ósmosis inversa (en el tratamiento de agua los sólidos disueltos al generar esta presión quedan retenidos en la membrana y solo pasa el agua), aún no se ha incursionado en aplicaciones de agua desalinizada para riego agrícola. En ese contexto, la propuesta de Aldo Saavedra busca estudiar a escala piloto la factibilidad de utilizar agua purificada mediante este sistema.
El investigador ha participado en los últimos cinco años en diversas instancias tales como Comisiones de Recursos Hídricos del Senado y de la Cámara de Diputados para analizar la desalación de agua de mar como una política para resolver problemas de escasez hídrica en Chile. El departamento que lidera en la Universidad de santiago de Chile (USACH) firmó, en 2017, un convenio con la Municipalidad de la Ligua, que hoy cuenta con dos plantas. Luego, otorgaron apoyo técnico a nivel de capacitación para sus profesionales.
Actualmente, la USACH se encuentra participando en la elaboración de un convenio marco de cooperación en la materia en conjunto al Instituto de Investigaciones Agropecuarias para impulsar colaboración, intercambio y cooperación científica y técnica entre ambas instituciones.
Proyecciones
Según Saavedra, dentro del sistema de osmosis inversa cada vez están saliendo al mercado internacional mejores bombas, sistemas que recuperan energía, mejores membranas, sistemas de control, todo lo que está reduciendo drásticamente el costo de agua desalada medida por metro cúbico de producto. Actualmente, el valor depende de la escala de producción.
“Si hace 20 años se gastaba US$ 5 por metro cúbico de agua desalada, en estos momentos las grandes plantas pueden proveer desde US$ 0,7 a US$ 0,8 dólares el metro cúbico, que son del orden de $400 a $500, un valor muy atractivo y rentable para la industria, termoeléctricas, consumo humano y también para cuando se utiliza de manera eficiente para la agricultura”, concluye el investigador.