Además de ser la capital del mundo automotriz, años atrás Detroit también tenía unos de los índices de delincuencia más altos de Estados Unidos. Hay un video de aquellos años en el que se mira a una persona consultando al jefe de policía si él iría a la ciudad de Detroit a cargar combustible un viernes por la noche, a lo que este responde que no.
Hoy es justamente él quien lleva adelante un programa llamado GreenLight, a través del cual el Departamento de Policía de Detroit (DPD) se asoció, en un inicio, con ocho estaciones de servicio que instalaron cámaras para enviar imágenes en tiempo real a la sede de la policía, como parte de una asociación pionera entre las empresas locales, el municipio y grupos comunitarios.
Según El Mercurio, este proyecto fue la primera asociación público-privada-comunitaria de este tipo, que combinó lucha contra el crimen en tiempo real y vigilancia comunitaria para mejorar la seguridad de los vecindarios, promover el crecimiento de las empresas locales y fortalecer los esfuerzos para disuadir, identificar y resolver crímenes.
Todo comenzó como un movimiento social, es decir, fueron los mismos ciudadanos quienes, ante los crímenes, se organizaron para buscar soluciones. Los locatarios de estas estaciones estaban cansados de ser asaltados y buscaron en Internet una solución que permitiera grabar las imágenes en la nube y no físicamente, ya que si el registro era físico, la evidencia podría ser destruida. Así llegaron a Stratocast, de Genetec.
El proyecto fue bautizado como Green Light debido a que los locatarios de las estaciones colocaron una luz verde fuera de sus establecimientos para dar a conocer que estaban involucrados en este, y como señal de ser locales seguro.
El éxito del programa fue tal que el gobierno local también se hizo parte. El alcalde dijo que, como entidad gubernamental, empezaría a subvencionar a otros negocios que no podían hacer la inversión inicial, para que, en los siguientes años, pudieran pagarlo después de probarlo.
Así, al cabo del primer año, el municipio estableció una política: para todos los establecimientos que atendieran público después de las diez de la noche el uso de esta tecnología iba a ser mandatorio, y para quienes no atendieran público después de esa hora, la iniciativa sería opcional.
Esto se empezó a masificar hasta al punto que Detroit se convirtió en una de las diez ciudades más seguras de los Estados Unidos, y los índices de percepción de la delincuencia presentan hoy valores similares a los de la década de los 40.
Desde la comunidad
El éxito de este proyecto radica en que fue una iniciativa social. Actualmente, Comunidad Conectada se ha expandido, bajo otros nombres, a otros países. En América Latina destacan México, Brasil y, ahora, Chile, donde la compañía Genetec está apoyando el trabajo del Gobierno Regional, a nivel de Intendencia, en una iniciativa que busca llevar esta tecnología a varios municipios.