Solo en Estados Unidos, aproximadamente 540.000 han sufrido la amputación de alguna de sus extremidades superiores. Esto, en un escenario en que las prótesis sofisticadas “mioeléctricas”, controladas por contracciones musculares, siguen siendo muy caras. Dichos dispositivos cuestan entre US$ 25.000 y US$ 75.000 (sin incluir el mantenimiento y la reparación). Además, se trata de aparatos que pueden ser difíciles de usar debido a la carencia de software capaz de distinguir entre las diferentes flexiones musculares.
Para subsanar esto, un equipo de investigadores en Japón crearon un dispositivo mioeléctrico barato e inteligente: mano impresa en 3D, de cinco dedos, que se controla mediante una red neuronal entrenada para reconocer sinergias musculares.
El equipo probó su configuración en siete personas, incluido un paciente amputado. Los participantes pudieron realizar 10 movimientos diferentes de los dedos con aproximadamente el 90% de precisión. Además, el dispositivo solo tenía que ser entrenado en cinco movimientos para cada dedo antes de que estos pudieran hacerlo por sí mismos. En el caso del participante amputado, este pudo realizar tareas que incluían levantar y bajar botellas y sostener un cuaderno.
Si bien por el momento no está claro cuánto podrían reducir estas tecnologías el costo de las prótesis (y aún hay desafíos importantes que superar, como la fatiga muscular y las complicaciones que inevitablemente traerá el hecho de que el software reconozca una amplia variedad de enfermedades), es un enfoque prometedor que podría algún día cambiar la vida de quienes dependen de prótesis “tontas” o muy caras.