Actualmente hay dos maneras para que los entusiastas de los autos puedan acceder a un vehículo conectado: comprar uno que sea «inteligente por diseño» o mejorar el actual con una serie de «dispositivos inteligentes» adicionales. Aunque ambos escenarios mejoran la experiencia de conducción; la tecnología inteligente también supone una área completamente nueva para el uso malicioso.
Recientemente, un grupo de investigadores de Kaspersky analizaron varios dispositivos seleccionados al azar, incluyendo una herramienta de escaneo OBD dongle, un sistema de monitorización de la presión y temperatura de los neumáticos, un sistema de alarma inteligente, un rastreador GPS y una cámara controlada vía app.
La sorpresa es que si bien la industria IoT se considera un mercado vulnerable, estos los dispositivos analizados demostraron ser bastante seguros, sin vulnerabilidades importantes.
“Los dispositivos que examinamos cumplían con muchas políticas de seguridad y resultaron satisfactorios, a excepción de algunos problemas de menor importancia. Esto se debe, en parte, a su limitada funcionalidad y a la falta de consecuencias graves en caso de un ataque exitoso, pero también gracias a la vigilancia de los fabricantes”, señala Victor Chebyshev, experto en seguridad de Kaspersky.
Aun así, el experto dice que esto no debe ser motivo para relajarse pues, cuanto más inteligente sea un dispositivo, mayores serán las posibilidades de que se produzcan problemas de seguridad.
Aspectos como la capacidad de acceder de forma remota a los datos de la dinámica de conducción a través del escaneo en un peaje, la opción de manipular las señales del sistema de monitorización de neumáticos y la capacidad de abrir las puertas de los vehículos utilizando el sistema de alarma son solo algunas de las acciones que podrían ser llevadas a cabo por los ciberdelincuentes.