El tema de la sustentabilidad cada vez adquiere mayor importancia a nivel global dado el impacto medioambiental de los aumentos de las emisiones generadas por los combustibles fósiles y la industria en general. Durante el 2018, se llegó a un récord histórico de emisiones de dióxido de carbono, alcanzando las 37.1 gigatoneladas, según datos de The Global Carbon Project.
Se estima que la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC) podrían generar hasta el 3,5% de las emisiones globales para el 2022, superando a la industria de la aviación y el envío. En base a lo anterior, algunos especialistas han denominado como «tsunami of data», a la creciente digitalización, que ha aumentado de forma drástica el tráfico global en internet y, por ende, el consumo de energía en los centros de almacenamiento de datos, los cuales cada vez necesitan una mayor potencia y están teniendo un aumento sin precedentes.
No obstante, poco a poco las grandes empresas de tecnología están siendo presionadas para usar energías renovables como suministro, ya que actualmente solo el 20% de la electricidad utilizada en estos lugares es renovable. Además, se está impulsando el uso de un diseño web sustentable, que permita procesos más instantáneos para lograr una mayor eficiencia en cuanto al consumo de energía y la capacidad de procesamiento de la información, optimizando el rendimiento y la velocidad de carga de los recursos de un sitio.
Amaya Orueta, especialista en diseño UX de 3IT Quality Of Service, señala que hay muchas formas de ayudar desde el área del diseño, y que una de ellas es desde la encontrabilidad: mientras el contenido sea fácil de encontrar, habrá menos cargas innecesarias de datos.
“Del mismo modo, preocuparse de la accesibilidad y diseñar para móvil primero evitan exceso de información y aligeran la carga de la web. También podemos prescindir de recursos gráficos pesados, como carruseles, videos e imágenes. Solo si son estrictamente necesarios se pueden incluir con el menor peso posible, sin perder calidad. Al final, mientras más ecológica es una página, más eficiente es y mejor experiencia le brindamos al usuario, apunta.
¿Cómo contaminamos al navegar?
Subir y descargar archivos, reproducir videos, enviar un correo, realizar una búsqueda, escribir una publicación o revisar una red social: todas estas acciones generan un flujo de información que se produce gracias a los equipos que lo contienen. Por ende, esto es apenas una pequeña parte de la contaminación que, día a día, se genera en internet debido al constante flujo de información que circula y la cantidad de energía que se requiere para procesarla.
Si bien la digitalización ha permitido la reducción del uso del papel, por ejemplo, no se le ha tomado mayor peso a lo que significa el alto consumo de energía requerido como suministro para los equipos que se utilizan a diario, mucho menos al impacto que tiene cada acción generada en nuestros aparatos tecnológico en cuanto a emisiones de dióxido de carbono.
En este sentido, el consumo de electricidad de estos dispositivos podría producir el 3,5% de las emisiones globales de dióxido de carbono en los próximos 10 años, y la industria de las comunicaciones podría utilizar el 20% de la electricidad del mundo para el 2025, debido a la gran demanda de los servidores que almacenan los datos que utilizamos a través de smartphones, tablets y dispositivos conectados a internet.
La gran cantidad de actividades que a diario se realizan a través de la red y la creciente demanda de aparatos tecnológicos que existe actualmente, han hecho que estas cifras vayan en un aumento constante, lo cual nos lleva a cuestionarnos sobre el uso que le estamos dando a estas herramientas y cómo podemos tomar mayor consciencia sobre el impacto que están teniendo en nuestras vidas y en el planeta, una situación en la que tanto empresas como usuarios deberían tomar mayor responsabilidad.