La Organización Mundial de la Salud estima que hasta el 15% de la población experimenta trastornos de salud mental. Eso tiene consecuencias significativas. Por ejemplo, el suicidio es la segunda o tercera causa de muerte de los jóvenes en la mayoría de los países. Asimismo, a medida que la población envejece, la tasa de demencia se triplicará en las próximas décadas.
Por otro lado, el acceso a profesionales de la salud mental es escaso en muchas partes del mundo, particularmente en países de bajos ingresos. India, por ejemplo, tiene una población de 1.300 millones atendida por solo 9.000 psiquiatras. No obstante, los avances tecnológicos tienen el potencial de ayudar.
Según información dada a conocer por Technology Review, los teléfonos inteligentes y los sensores portátiles ofrecen a las personas la capacidad de monitorearse a sí mismas, y beneficiarse de la forma en que el aprendizaje profundo puede analizar los datos. De hecho, estas técnicas ya se están utilizando para detectar los cambios en el estado de ánimo que indican el trastorno bipolar o para detectar personas en riesgo de depresión.
Así las cosas, pareciera que la escena está preparada para que la inteligencia artificial se convierta en una fuerza disruptiva en psiquiatría. De hecho, eso es exactamente lo que muchos observadores predicen.
¿Pero qué hay de los psiquiatras mismos? Estos profesionales tendrán que desempeñar un papel clave en cualquier cambio que la inteligencia artificial traiga al campo. Por lo tanto, su punto de vista debería ser un indicador útil de su potencial.
Un equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, encuestó a psiquiatras de todo el mundo para descubrir cómo ven la inteligencia artificial y su probable impacto en la atención de la salud mental.
Hasta el momento, esta es la primera encuesta global que busca las opiniones de los médicos sobre el impacto de la inteligencia artificial autónoma y/o aprendizaje automático en el futuro de la psiquiatría. Ahora bien, curiosamente, los resultados parecen decir más sobre los psiquiatras que sobre el estado de preparación tecnológica o su potencial.
La investigación
Los investigadores eligieron, al azar, una muestra de 750 psiquiatras profesionales registrados en una base de datos en línea de más de 800.000 profesionales de la salud en todo el mundo, incluidos 22 países de América del Norte y del Sur, Europa y Asia. El 30% eran mujeres y dos tercios eran personas blancas.
Los encuestados sintieron claramente que las máquinas nunca podrían aprender algunas habilidades.
Una abrumadora mayoría (83%) de los encuestados sintió que era poco probable que la tecnología futura pudiera proporcionar atención empática tan bien o mejor que el psiquiatra promedio. Curiosamente, una encuesta de médicos de familia en el Reino Unido mostró que tenían una opinión similar.
El grupo también estuvo dividido sobre los riesgos que podría plantear la inteligencia artificial: solo el 23% de las mujeres predijo que los beneficios de la inteligencia artificial superarían los posibles riesgos, en comparación con el 41% de los hombres. Según los investigadores, las diferencias de género en la percepción del riesgo de inteligencia artificial pueden ser proporcionales a una gran cantidad de hallazgos de que las mujeres son más reacias al riesgo que los hombres.
Cambios
Los resultados más interesantes están en la forma en que los encuestados sienten que la inteligencia artificial cambiará sus trabajos. Tres cuartos de ellos pensaron que la inteligencia artificial desempeñará un papel importante en la gestión de datos, como los registros médicos. Aproximadamente la mitad pensó que reemplazaría completamente a los médicos humanos cuando se trata de sintetizar información para llegar a los diagnósticos.
Otras áreas de la atención médica ya están experimentando tales beneficios. Las técnicas de aprendizaje automático pueden superar a los radiólogos y patólogos en ciertas circunstancias. Esta capacidad de llegar a diagnósticos más precisos tiene enormes implicaciones para el tratamiento y la seguridad del paciente. Sin embargo, solo la mitad de los psiquiatras sienten que la inteligencia artificial cambiaría sustancialmente sus trabajos (presumiblemente la misma mitad que cree que esta tecnología puede diagnosticar mejor las condiciones que los humanos). Asimismo, menos del 4% pensó que la inteligencia artificial podría reemplazar a los psiquiatras humanos por completo.
Los investigadores tienen una posible explicación para esto: los médicos pueden estar sobrevalorando sus habilidades y/o subestimando el rápido ritmo de progreso en tecnologías inteligentes.
Impacto en los profesionales
Los resultados de la investigación tienen implicaciones importantes para la profesión. A principios de este año, el Foro Económico Mundial publicó un informe titulado Empowering Eight Billion Minds, que destacó la creciente carga de enfermedades mentales en todo el mundo.
El informe señaló que las aplicaciones centradas en la salud mental se encuentran entre los sectores de más rápido crecimiento en el mercado mundial de la salud digital. Este tipo de aplicaciones podría hacer una gran diferencia, pero si los resultados de esta encuesta son acertados, los psiquiatras de todo el mundo podrían no estar preparados para los cambios por venir.