La tecnología desempeña un importante papel en el panorama global de riesgos

¿Está el mundo deambulando sonámbulo en medio de una crisis? Los riesgos globales se están intensificando, pero parece que existe falta la voluntad colectiva para abordarlos. En cambio, las divisiones se están endureciendo y se está dando un paso del mundo a una nueva fase de política fuertemente centrada en el Estado. Así lo indica el Informe de Riesgos Globales 2019, elaborado por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).

Según el texto, las tensiones geopolíticas y geoeconómicas están aumentando entre las principales potencias del mundo. Los analistas afirman que, en este contexto, es probable que sea más difícil lograr un progreso colectivo en otros desafíos globales, desde proteger el medio ambiente hasta responder a los desafíos éticos de la Cuarta Revolución Industrial.

Medioambiente

Los riesgos ambientales continúan dominando los resultados de la encuesta anual de percepción de riesgos globales. Los encuestados están cada vez más preocupados por el fracaso de la política ambiental y el ritmo acelerado de pérdida de biodiversidad es una preocupación particular: la abundancia de especies ha disminuido en el 60% desde 1970.

En la cadena alimentaria humana, la pérdida de biodiversidad está afectando la salud y el desarrollo socioeconómico, con implicaciones para el bienestar, la productividad e incluso la seguridad.

El papel de la tecnología

El estudio muestra que la tecnología sigue desempeñando un papel profundo en la configuración del panorama global de riesgos. Las preocupaciones sobre el fraude de datos y los ataques cibernéticos vuelven a ser prominentes, así como una serie de otras vulnerabilidades tecnológicas: alrededor de dos tercios de los encuestados esperan que los riesgos asociados con las noticias falsas y el robo de identidad aumenten este año, mientras que tres quintos de los entrevistados señalaron lo mismo acerca de la pérdida de privacidad para las empresas y los gobiernos.

El texto señala que, en 2018, hubo nuevas violaciones masivas de datos, a la vez que fueron reveladas nuevas debilidades de hardware. La investigación también revela los posibles usos de la inteligencia artificial para diseñar ataques cibernéticos más potentes.

Según los analistas, cada vez es más evidente que los ataques cibernéticos plantean riesgos para la infraestructura crítica, lo que ha llevado a los países a fortalecer su selección de asociaciones transfronterizas por motivos de seguridad nacional.

Salud mental

Los expertos apuntan que los diversos cambios estructurales que están en marcha no deberían distraernos del lado humano de los riesgos globales. Para muchas personas, este es un mundo cada vez más ansioso, infeliz y solitario.

En la actualidad, los problemas de salud mental afectan a unos 700 millones de personas y las transformaciones complejas (sociales, tecnológicas y laborales) están teniendo un profundo impacto en las experiencias vividas de las personas.

Un tema común, según el informe, es el estrés psicológico relacionado con un sentimiento de falta de control ante la incertidumbre. Los analistas indican que esto merece más atención, ya que la disminución del bienestar psicológico y emocional es un riesgo en sí mismo, y también afecta el panorama de riesgos globales más amplio, especialmente a través de los impactos en la cohesión social y la política.

Patógenos biológicos

Otro conjunto de riesgos amplificados por las transformaciones globales se relaciona con los patógenos biológicos. El texto indica que los cambios en la forma en que vivimos han aumentado el riesgo de que ocurra un brote devastador de forma natural, y las tecnologías emergentes están haciendo cada vez más fácil que se fabriquen y liberen nuevas amenazas biológicas, ya sea deliberadamente o por accidente.

Según los analistas, el mundo está mal preparado para amenazas biológicas, incluso modestas, dejándonos vulnerables a impactos potencialmente enormes en la vida individual, el bienestar social, la actividad económica y la seguridad nacional.

En este escenario, la biotecnología promete avances milagrosos, pero también crea enormes desafíos de supervisión y control.

Cambio climático

Las ciudades de rápido crecimiento y los efectos continuos del cambio climático están haciendo que más personas sean vulnerables al aumento del nivel del mar. Se espera que dos tercios de la población mundial vivan en ciudades para 2050, y ya se estima que 800 millones de personas viven en más de 570 ciudades costeras vulnerables a un aumento del nivel del mar de 0,5 metros para ese año.

En un círculo vicioso, la urbanización no solo concentra a las personas y a las propiedades en áreas de posible daño e interrupción, sino que exacerba esos riesgos, por ejemplo, al destruir las fuentes naturales de resiliencia, como los manglares costeros y aumentar la tensión en las reservas de agua subterránea.

El texto plantea tres estrategias principales para adaptarse al aumento del nivel del mar: proyectos de ingeniería para mantener el agua fuera; defensas basadas en la naturaleza; y estrategias basadas en las personas (tales como trasladar hogares y empresas a un terreno más seguro o invertir en capital social para generar riesgos de inundación comunidades más resistentes).

¿Qué esperar del futuro?

En la sección “shocks futuros”, el informe se enfoca en el potencial de los efectos que podrían desencadenar deterioros dramáticos. Entre los temas tratados este año se encuentran la criptografía cuántica, el populismo monetario, la informática afectiva y la muerte de los derechos humanos.

Por otra parte, en la sección “reevaluación de riesgos”, los expertos comparten sus ideas sobre cómo gestionar los riesgos. John Graham escribe sobre sopesar las compensaciones entre los diferentes riesgos, y András Tilcsik y Chris Clearfield escriben sobre cómo los gerentes pueden minimizar el riesgo de fallas sistémicas en sus organizaciones.

Finalmente, en la sección “retrospectiva” son revisados tres de los temas tratados en informes anteriores: seguridad alimentaria, sociedad civil e inversión en infraestructura.

Para leer el informe completo, haga clic aquí.