El último informe del National Intelligence Council (NIC), Global Trends 2030: Alternative Worlds, publicado en diciembre de 2012, identificó varias “megatendencias” y “cambiadores de juego” que darán forma a los escenarios mundiales futuros.
Entre las megatendencias, el informe señala cuatro megatendencias que se proyecta que influirán en el mundo hasta 2030:
- Empoderamiento individual: en la medida que el acceso a internet, la atención médica y la educación continúan aumentando en las próximas dos décadas.
- Difusión del poder global: en la medida que Estados Unidos pierde su condición de hegemonía global y, por otro lado, se da un cambio de poder global hacia Asia y poderes económicos nuevos o en crecimiento, como China y Brasil.
- Cambios demográficos: en las próximas dos décadas, el número de personas que viven en áreas urbanas aumentará y las personas envejecerán.
- La presión sobre los recursos mundiales: debido al crecimiento de la población, el aumento de la riqueza y el cambio climático. Se estima que, para 2030, casi la mitad de la población mundial podría vivir en áreas que sufren escasez de energía, agua y alimentos.
A su vez, el texto define seis elementos críticos que pueden determinar si las megatendencias conducen a una interrupción o progreso global: volatilidad y desequilibrios en la economía global; brecha de gobierno; potencial para un mayor conflicto; inestabilidad regional; nuevas tecnologías; y el papel de los Estados Unidos.
Así, después de explorar las megatendencias y los posibles cambios de juego, el informe de NIC identifica cuatro futuros alternativos a nivel mundial:
- Aumenta el riesgo de conflictos entre naciones y estos factores limitarán el desarrollo tecnológico y el alivio que este podría proporcionar.
- Las potencias desarrolladas y emergentes cooperan, especialmente Estados Unidos y China, mejorando así el comercio y la inversión, y provocando una revolución tecnológica.
- La tendencia actual hacia una mayor desigualdad continúa, pero aumenten las tensiones políticas y sociales entre los países “ganadores y perdedores”, provocando que Estados Unidos se convierta de nuevo en el “policía global”, enfocándose en sus propias condiciones domésticas.
- Los actores no estatales, como las organizaciones no gubernamentales, las instituciones académicas, las empresas multinacionales y las personas adineradas, lideran el proceso de abordar cuestiones globales clave, incluido el estado de derecho, el medio ambiente y la corrupción. El estado-nación no desaparece sino que colabora con múltiples actores.
Tendencias mundiales
El informe destaca el trabajo de Sergio Bitar, director del Inter-American Dialogue’s Global Trends and the Future of Latin America Project, quien ha identificado seis conductores principales que dirigirán las tendencias mundiales durante los próximos 10 a 50 años en su informe titulado “¿Cómo gobernar mejor el mundo que viene? Importancia de los Estudios de Futuro para América Latina”.
En primer lugar está la tecnología disruptiva, que tendrá un impacto significativo en las condiciones de vida futuras en áreas tan diversas como la salud, la conservación de la energía y la seguridad nacional.
En segundo lugar están los recursos naturales, el agua y la energía. El crecimiento económico en aumento y la expansión de la clase media aumentarán la demanda de recursos naturales en los países en desarrollo.
El cambio climático también afectará la disponibilidad de recursos, particularmente para la producción de alimentos. Por ende, la mayor parte de la producción de alimentos en el futuro tendrá que provenir de un mayor rendimiento de los cultivos y métodos de cosecha más eficientes.
La disponibilidad de agua para el consumo y la producción de energía es otra preocupación que podría abordarse en parte a través de políticas nacionales para promover la conservación del agua y la eficiencia energética. Según el texto, los países responderán buscando aumentar su suministro de energía mediante nuevas tecnologías, así como con fuentes de energía renovables y alternativas.
Un tercer aspecto es la demografía. La migración aumentará en respuesta a la aceleración del crecimiento económico, la disponibilidad de transporte más barato y más rápido, y el mayor uso de internet y otras formas de comunicación global. A su vez, el aumento de la migración afectará a los negocios y la cultura internacionales, creando fuerzas de trabajo más diversas y poblaciones nacionales.
En cuarto lugar está el desarrollo de la clase media, que está creciendo y cada vez generará una mayor demanda de bienes y servicios.
En quinto lugar, Bitar se refiere al desplazamiento del poder (la economía de China superará a la de Estados Unidos). Este escenario indica un cambio potencial en el futuro del poder mundial, las alianzas internacionales y la gobernanza.
Finalmente está la urbanización pues el investigador destaca que tanto las empresas como los gobiernos ubicarán cada vez más sus oficinas y embajadas en el mundo en desarrollo.
El efecto en la región
En base a lo analizado anteriormente, The World of 2030: Risks and opportunities for Latin America menciona de qué forma todo esto podría afectar nuestra región.
Lo primero es que las tendencias demográficas y la abundancia de recursos naturales aumentarán el crecimiento en la región. Si bien la población hoy tiene entre 25 y 45 años, está envejeciendo rápidamente y la mediana de edad se acerca a finales de los años cuarenta. Así las cosas, la región tiene solo un corto período para aprovechar su ventaja demográfica para aumentar la productividad.
Por otro lado, a diferencia de otras regiones, la nuestra a goza de una abundancia de recursos naturales. Sin embargo, a largo plazo, el crecimiento basado en los commodities es insostenible.
América Latina también está rezagada en comparación con el resto del mundo en educación, ciencia y tecnología, y particularmente en innovación. Por esta razón, la educación superior debe expandirse y responder a la fuerte presión de los jóvenes y sus familias.
La energía también sigue siendo un desafío. Sin embargo, existe cierto potencial para los biocombustibles, así como para la energía solar y eólica.
Por otro lado, América Latina enfrentará un gran desafío de involucrarse en una esfera global compleja si los países no logran un mayor grado de coordinación e integración regional. Aquí cabe mencionar también el impacto del cambio climático en el nexo agua-energía-alimentos.
Finalmente está la violencia política y la relacionada con las drogas, especialmente en México y América Central. Según los analistas, explorar mundos alternativos puede permitirnos identificar problemas nacionales o regionales que podrían abordarse mejor expandiendo nuestra visión más allá del nivel local.
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