Para el 2020, IDC pronostica que el mercado chileno de tecnología crecerá 7,5%, mientras en telecomunicaciones el crecimiento será del 1,5%. Lo anterior será impulsado, principalmente, por las inversiones en los pilares y aceleradores de la tercerca plataforma tecnológica.
Según los analistas de la firma, hay ciertas tendencias que tomarán peso en nuestra región durante los siguientes cinco años. Una de éstas, es que la economía mundial llegará a la “supremacía digital” (momento en que la economía digital supere en tamaño a la economía no-digital) en 2023, y la industria de TIC de América Latina crecerá en 2020, a pesar de la incertidumbre política y el bajo crecimiento económico.
Otra de las tendencias será una la mayor inversión en América Latina en tecnologías denominadas pilares para la tercera plataforma (cloud, Big Data y analítica, movilidad y social enterprise). Estas concentrarán 58% de las inversiones, las cuales, proyectan, aumentarán en 8,5%, destacando las soluciones en la nube (24,5%).
¿Qué pasará en nuestro país?
El informe destaca que Chile invertirá US$ 7,9 billones en tecnología y US$ 6,9 billones en servicios de telecomunicaciones en 2020, creciendo 7,5% y 1,5%, respectivamente, comparado con 2019.
En el tema de las predicciones, los analistas estiman que, para 2023, más de la mitad de la economía global será digital, por lo que se acelerarán las inversiones en tecnologías claves y nuevos modelos operativos para lograr hipervelocidad, hiperescala e hiperconexión.
- Hipervelocidad: la capacidad de crear y mejorar servicios, y experiencias digitales a un ritmo 100 veces más rápido que hoy.
- Hiperescala: desarrollará e implementará tantas aplicaciones y servicios digitales en los próximos cuatro años como en los últimos 40 años y los desplegará en miles de millones de dispositivos de borde (Edge) y millones de ubicaciones de computación Edge.
- Hiperconectividad: amplificando su propio poder innovador mediante la expansión masiva de sus cadenas de suministro digital, a través de código abierto y comunidades de código y datos de terceros y creando nuevas fuentes de ingresos mediante la distribución de sus propios servicios digitales en las cadenas de suministro digital de otros.