Todas las personas necesitan iluminación diariamente en sus actividades, sin embargo, hoy las luces LED sirven para mucho más que para iluminar.
Las modernas luminarias LED, además de ahorrar hasta el 99% en comparación con las antiguas luces incandescentes, son una de las mayores base técnicas para las smart cities.
Erwin Plett, vicepresidente de la Comisión de Energía del Colegio de Ingenieros de Chile A.G., explica que las luminarias son un canal ideal para el Internet de las Cosas (IoT). Señala que no se trata solo de prender y apagar luminarias por control remoto, sino de agregar muchos otros sensores; sin embargo, asegura que en Chile, hay un desconocimiento importante en lo que respecta a los avances de la tecnología LED.
“El avance tecnológico en luminarias LED ha sido más vertiginoso que los sistemas operativos o el desarrollo de los teléfonos inteligentes. El problema histórico radica que las ampolletas incandescentes (un simple fierro caliente generando solo 15lm/W) no se modernizaron en 135 años desde su patente en 1880, y eran igual de derrochadoras en todo el mundo hasta que se prohibió, finalmente, su venta en 2015”, indica.
Según Plett, lo que sucede es que, mentalmente, nos quedamos “pegados” en lo que iluminaba una ampolleta incandescente de 50W y una ampolleta de 100W.
“Los productos LED baratos que se encuentran en el mercado chileno están técnicamente obsoletos porque consumen el doble o el triple de la energía que lo que la mejor tecnología LED puede ofrecer hoy. Los comerciantes de luminarias, en general, solo recalcan la variable precios (inversión), dejando de lado aspectos relevantes (gastos operacionales) como los costos de energía, mantención, productividad y bienestar de las personas”, apunta.
Para avanzar, Plett considera necesario invertir en inteligencia, y no solo en ahorro energético.