Blockchain, criptomonedas y bitcoin son términos muy utilizados entre quienes trabajan a diario con la tecnología y que ya están familiarizados con su utilización; sin embargo, para el común de la gente, aún siguen siendo un misterio y no está muy claro cómo se puede entrar en este mundo y qué tan seguro es.
Blockchain significa “cadena de bloques” y nació como actor secundario en la revolución del bitcoin, ya que se trata de la tecnología o el sistema de codificación de la información que está por detrás de las transacciones de monedas virtuales y que a la vez sustenta toda su estructura. Tiene además un potencial propio y permite una gran cantidad de aplicaciones, más allá de las transacciones financieras, como la administración pública, el Internet de las cosas o la generación de “smart contract” o contratos inteligentes.
Esta tecnología permite la transferencia de datos digitales con una codificación muy sofisticada y de una manera completamente segura. Es como un libro de contabilidad mayor de una empresa en donde se registran todas las entradas y salidas de dinero. Sin embargo, esta transferencia no requiere de un intermediario centralizado que certifique la información, sino que está “distribuida” o es compartida entre muchas partes diferentes y que permite ser actualizada a partir del consenso de la mayoría de los participantes, la cadena de bloques contiene un registro certero y verificable de cada transacción generada.
Junto al nivel de seguridad frente a hackeos, tiene además otra ventaja y es que, aunque la red se “cayera”, con que solo uno de esos ordenadores o nodos no lo hiciera, la información nunca se perdería y el servicio seguiría funcionando.
Blockchain y remesas
Hoy, la tecnología blockchain cobra más relevancia teniendo en cuenta que, en países como Venezuela, donde su moneda está muy devaluada, las criptomonedas se convierten en un instrumento de protección ante la hiperinflación. Tan solo en julio de este año en Latinoamérica se transaron US$ 42,4 millones de en Bitcoins, siendo Venezuela el país que registró el mayor valor en transacciones alcanzando el 53,2% del total transado, seguido por Colombia con el 25%.
A través de esta tecnología, también es posible generar servicios de remesas internacionales, permitiendo envíos de dinero en tan solo minutos. De hecho, en Chile ya existen empresas que ofrecen este servicio. Un ejemplo es Quick Express.
¿Cómo funciona?
Si lo que se desea es adquirir criptomonedas, se debe crear un monedero virtual. En Chile hay varias opciones, y Uno es en www.ibitt.co, opción que da acceso a servicios de “Exchange” a más de 100 criptomonedas gracias a su alianza con www.bittrex.co, uno de los criptomercados más importante y de origen en estadounidense.
Usando el mismo ejemplo, si se ha decidido crear un wallet en ibitt, mediante su servicio de Exchange, es posible adquirir, con pesos chilenos, el criptoactivo de preferencia, recibirlo directamente en un monedero virtual y viceversa, es decir, transar el criptoactivo y recibir pesos chilenos, lo que es muy fácil, rápido y eficaz gracias la tecnología blockchain.