El sábado por la noche, el CEO de SpaceX, Elon Musk, hizo una presentación acerca del desarrollo del cohete Starship de la compañía, destinado a llevar pasajeros a la luna y Marte.
Su charla tuvo lugar en las instalaciones de SpaceX en Boca Chica, Texas, frente a un gran prototipo del cohete. El momento del evento no fue una coincidencia: fue el undécimo aniversario del lanzamiento de la compañía del primer cohete privado de combustible líquido en órbita.
La nave espacial mide más de 50 metros de altura y tiene tres de los motores Raptor reutilizables de SpaceX conectados a su base. Pesa alrededor de 1.400 toneladas cuando se carga con combustible. Este será el cohete más grande y poderoso fabricado por la compañía, produciendo aproximadamente el doble de empuje del Saturno V, que llevó a los astronautas del Apolo a la Luna, en 1969.
SpaceX está ensamblando dos cohetes de la nave espacial idénticos: uno en Texas y el otro en las instalaciones en Cabo Cañaveral, Florida, donde realiza la mayoría de sus lanzamientos.
Elon Musk afirma que el cohete se probará en uno o dos meses, y llevará a sus primeros pasajeros en algún momento del próximo año. La primera prueba verá a la nave espacial volar hasta 19 kilómetros antes de regresar a la Tierra. A largo plazo, se espera que la nave lleve humanos a Marte.