La forma en que se realiza el trabajo está preparada para experimentar una transformación dramática, impulsada por desarrollos que solo hace unas décadas eran, en gran medida, catalogados como ciencia ficción.
En este nuevo mundo, los algoritmos de robótica e inteligencia artificial (IA) manejarán cada vez más las tareas difíciles o repetitivas que los humanos no pueden o no quieren hacer, a la vez que estarán equipados con acceso instantáneo a millones de datos, lo que les permitirá llevar a cabo las actividades de mayor valor.
Los propios lugares de trabajo serán más inteligentes y estarán equipados con tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés). Esto permitirá atender más de cerca las necesidades y expectativas de los trabajadores.
Imaginemos un lugar de trabajo energizado por la tecnología ambiental que se ajusta a nuestro comportamiento. Imaginemos poder realizar nuestras labores en cualquier momento, en cualquier lugar y desde cualquier lugar mientras somos más productivos. Visualicemos un movimiento fluido entre su vida personal y profesional de la mano de la tecnología, que nos ayuda a administrar nuestro ocupado día para poder concentrarnos en lo que más nos importa. Estos son solo algunos de los cambios intrigantes que nos depara el futuro del trabajo.
En este escenario, Microsoft y Harvard Business Review Analytic Services consultaron a más de 600 líderes empresariales de todo el mundo cómo creen que el cambiará el mundo del trabajo para 2040. Los resultados de la encuesta ofrecen noticias alentadoras: la mayoría no ve que la tecnología reemplace nuestro valor esencial como humanos.
Según el informe, el papel de la tecnología será ayudar a los trabajadores a ser más estratégicos, estar más centrados y ser más productivos, al manejar muchas de las tareas domésticas y que consumen mucho tiempo que nos desvían del curso.
Los resultados de la investigación muestran que si bien los líderes empresariales son en gran medida optimistas sobre el futuro, la mayoría (71%) todavía tenía una preocupación importante: no se sienten adecuadamente preparados para los cambios que se avecinan.
Retos
El estudio indica que serán necesarias tres cosas para superar este desafío. Primero, las empresas deberán pensar de manera amplia y crítica sobre el papel central que la tecnología moderna debe desempeñar en la vida de los trabajadores. En segundo lugar, con los equipos cada vez más distribuidos, las empresas deben adoptar herramientas que admitan la comunicación y la colaboración generalizadas. En tercer lugar, todos los operadores y empleados de negocios deben permanecer abiertos a nuevas formas de pensar, trabajar y aprender.
El estudio también sugiere la necesidad de que cada organización priorice las inversiones en tecnología hoy para permitir el futuro del trabajo. Las empresas que se adaptan pueden maximizar sus posibilidades de éxito futuro, mientras que las que no lo hagan podrían estar en desventaja significativa.
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