La mayor parte de la expansión económica mundial en las próximas décadas se realizará en países como China, India y otros mercados emergentes. Por lo tanto, impulsar ese crecimiento con combustibles fósiles, en lugar de energías renovables, amenaza con bloquear los altos niveles de emisiones de gases de efecto invernadero.
Así lo dejan en evidencia los resultados de la encuesta anual de BloombergNEF, realizada en más de 100 mercados emergentes, que muestran que las inversiones en proyectos solares, eólicos y similares cayeron a US$ 133.000 millones en 2018, por debajo de los US$ 169.000 millones del año anterior.
El papel de China
China, el mayor emisor de carbono del mundo, representó la mayor parte de la disminución. La nación destinó US$ 86.000 millones a proyectos de energía limpia el año pasado, por debajo de US$ 122.000 millones en 2017, ya que redujo los programas de subsidios a las energías renovables para controlar los altos costos.
En otras partes del mundo las inversiones en energía limpia cayeron: en US$ 2.400 millones en India y en US$ 2.700 millones en Brasil, según el informe. Una buena noticia es que las inversiones aumentaron fuera de esas tres naciones, llegando a US$ 4.000 millones, con Vietnam, Sudáfrica, México y Marruecos aportando la mayor cantidad de recursos
Combustibles fósiles
La otra buena noticia es que la capacidad de las nuevas plantas de carbón disminuyó a su nivel más bajo en una década el año pasado, a poco menos de 40 gigavatios. De hecho, en general, se agregó más capacidad de energía limpia que la capacidad de combustible fósil en 2018. Pero la apuesta por cada planta de carbón adicional que se construya es que seguirá funcionando y bombeando emisiones climáticas dentro de décadas, lo que, según los expertos, hace cada vez más difícil lograr los recortes necesarios para evitar niveles peligrosos de calentamiento global.
La noticia realmente mala es que ahora parece que China ha iniciado un nuevo auge de la construcción de carbón. La semana pasada, Global Energy Monitor, una organización sin fines de lucro, informó que la nación expandió su flota de carbón en casi 43 gigavatios entre enero de 2018 y junio de 2019, superando con creces una disminución de aproximadamente 8 gigavatios en el resto del mundo en ese período. Actualmente tiene casi 150 gigavatios en construcción, aproximadamente igual a todas las plantas de carbón de la Unión Europea.
«Un aumento en la capacidad de energía de carbón de China no es compatible con el acuerdo climático de París para mantener el calentamiento muy por debajo de los 2 grados centígrados», concluye el informe.